martes, 29 de septiembre de 2009

BREVE HISTORIA DE LA COCINA PERUANA


En la comida peruana se encuentran al menos 5.000 años de historia pre-inca, inca, colonial y republicana. Se consideran casi tres siglos de aporte culinario español, (influenciado inicialmente por 762 años de presencia musulmana en la Península Ibérica), las costumbres gastronómicas traídas por esclavos de la costa atlántica africana y la fuerte influencia de los usos y costumbres culinarios de los chef franceses que huyeron de la revolución en su país para radicarse, en buen número, en la capital del virreinato del Perú. Igualmente trascendental es la influencia de los chinos-cantoneses, japoneses, italianos desde el siglo XIX y otros europeos (emigrados al Perú entre los siglos XIX y XX).

Como particularidad exclusiva de la gastronomía del Perú, existen comidas y sabores de cuatro continentes en un solo país y, esto, desde la segunda mitad del siglo XIX.

Esta gastronomía ostenta varios record Guinness a nivel mundial por su variedad, cantidad y calidad.


La presencia de los diversos pisos altitudinales de la cordillera de los Andes en el Perú y su cercanía al ecuador geográfico permite la existencia de una serie de microclimas y de especies, desde zonas de habituales nevadas hasta selvas tropicales, (con 84 de las 104 zonas climáticas del globo, es uno de los 12 países del mundo poseedores de mayor mega diversidad). Tiene condiciones adecuadas para el cultivo de frutas y verduras durante todo el año. Asimismo la corriente de Humboldt de aguas frías que corre por el Océano Pacífico frente a la costa peruana permite la existencia de una gran variedad de peces y mariscos (Perú es uno de los principales países pesqueros del mundo). Todas estas características han sido explotadas adecuadamente por el arte de la cocina, a lo largo de la historia de este país.

Los tiempos precolombinos (hasta 1532) 

Los Andes centrales peruanos fueron el más grande centro de domesticación de plantas del mundo antiguo, con especies nativas como el maíz, tubérculos con cuatro mil variedades de papa, muchas de camote, yuca o mandioca, oca, maca; gramíneas (quinua, kiwicha o amaranto, cañihua; frutas como la chirimoya, lúcuma, pacae, tomate, calabaza, palta, tumbo, saúco, leguminosas tales como frijoles, pallares, maní y una infinidad de hierbas aromáticas.

Antes del arribo europeo, la geografía peruana albergaba una gran variedad de culturas (conquistadas todas por los incas, en el siglo XV) cada una de las cuales tenía características gastronómicas particulares, aunque había algunas generalidades, de acuerdo con los cronistas de la conquista.

Por ejemplo, los principales condimentos eran hierbas aromáticas, cocha yuyo (un tipo de alga fluvial), sal y, sobre todo, el ají, llamado uchú en tiempos incas y considerado hoy un elemento fundamental de la cocina peruana. El Inca Garcilazo de la Vega en los Comentarios Reales de los Incas escribió al respecto: "Los de mi tierra son tan amigos del uchu, que no comerán sin él aunque no sea sino unas hierbas crudas".

Los antiguos peruanos además consumían inmensas cantidades de pescados y mariscos (el registro arqueológico de ello es abrumador) y complementaban su dieta con carne de pato, cuy  y camélidos domésticos (alpaca y llama principalmente). En las sociedades de la costa norte, además, se consumía la carne de ciertos lagartos y de venado. En las de la selva oriental se nutrían de la multitud de especies que proporcionaba la floresta amazónica.

Los antiguos peruanos preparaban chupes (sopas), guisaban (la carapulca , por ejemplo, es considerado el tipo de guiso peruano más antiguo), elaboraban potajes con especies marinas crudas marinadas con ají, tumbo y hierbas, de donde se origina el cebiche que hace más de cinco siglos tenía otro nombre, en quechua. Tenían formas de procesar alimentos: Salaban pescado, tostaban el maíz (obteniendo cancha salada, que es hasta hoy el "piqueo" peruano más simple y popular) o pelaban sus granos y los secaban (obteniendo mote). Asimismo preparaban charqui - o carne de camélido disecada, salada y deshilachada -y diferentes tipos de chuño -tubérculos resecados y congelados a la intemperie). Cocinaban en ollas de barro y, en ocasiones, organizaban grandes banquetes de carne y vegetales a partir de hornos de tierra natural (pachamancas y huatias). Asimismo se bebían diferentes formas de cerveza de maíz (chicha) y de yuca (masato)

La historia precolombina identifica al Perú como un país gastronómico. Así en la leyenda sobre "Llampayeq" (Lambayeque) recopilada por Fray Miguel Cabello Balboa en 1532, menciona al cocinero del rey Naylamp llamado OcchoColo en el Reino Sicán del siglo IX. Luego en la leyenda de los hermanos Ayar menciona que salieron del cerro Tamputoco (Tampu, Tambu, lugar donde se guardan alimentos) y sus nombres fueron Ayar Cachi (Quinua con sal), Ayar Uchu (Quinua con ají), Ayar Auca (Quinua con fríjol), Ayar Manco (El que cuida la quinua).


 Los tiempos coloniales (1532-1821
La colonización española trajo nuevos usos y costumbres culinarios al Virreinato del Perú. La fritura, el uso de los lácteos (incorporado a algunos "chupes" o sopas), además de la carne de res, cerdo, huevo de gallina y nuevas aves de corral; además llegaron algunos cultivos que resultarían esenciales para la nueva cocina como la cebolla y el ajo que combinados con el ají serían la futura base de muchos platos peruanos. El hiper ácido limón peruano (de origen árabe y una de las bases del cebiche) y la vid (de la que se origina el pisco) y los vinos llegan también al comienzo de este período.

En los primeros encuentros entre españoles y nativos, durante la conquista del Imperio Inca, intercambiaron los trozos de cerdo ibérico frito con las papas, camotes y el maíz autóctono. Francisco Pizarro, quien se dice criaba cerdos en su infancia, era el principal aficionado a este plato llamado chicharrón durante los inicios de la presencia española en este territorio.

La dedicación de muchos conventos de monjas a la cocina en un entorno donde abundaban las plantaciones de azúcar (especie traída también por los españoles) e inmensas variedades de frutas nativas originó asimismo una larga tradición repostera.

Los esclavos africanos aportaron lo suyo en una serie de guisos, además del uso de las partes blandas de la carne desechadas por las élites, que condimentaban abundantemente para disminuir los fuertes sabores de la carne y cocinados a las brasas. De aquí salieron, entre otros platos, los anticuchos.

El antropólogo peruano Humberto Rodríguez Pastor destaca el tipo de tamal tradicional peruano como un legado afro peruano. La citada vianda es introducida en este territorio desde los primeros años de la presencia española que vino con sus esclavos africanos. La gran cantidad de ellos procedentes de la costa atlántica africana marcó demográficamente la Ciudad de los Reyes ya que en el siglo XVII, más del 60 por ciento de la población de la capital era de origen africano


 Los tiempos republicanos (Desde 1821) 
Luego de la independencia se dieron una serie de migraciones de diversas procedencias que integraron sus propias tradiciones a la ya dinámica culinaria local. La migración de los chinos-cantoneses de mediados del siglo XIX popularizó el salteado a fuego fuerte y los sabores agridulces en las carnes además del uso de nuevas hierbas y de la salsa de soya (sillao). Pero su aporte más notorio fue el arroz. Si bien ya se consumía desde el siglo XVI, es luego de la migración china que el arroz se populariza y se convierte en la guarnición peruana por excelencia, en detrimento del pan. La forma de arroz favorita en el Perú es el arroz graneado no demasiado cocido, a base de arroz de grano largo, sin embargo, se distanciaba de la preparación china en el uso del ajo y la sal.

Otra migración en la segunda mitad del siglo XIX no menos influyente es la italiana, que popularizó el uso de las pastas, el pastel de acelga, los dulces y postres como el panetón (panettone), que es obligado en las navidades a lo largo del país.

La migración japonesa de fines del siglo XIX, finalmente, impactó notablemente sobre la cocina marina peruana. Cortes y técnicas japonesas muy prolijas en la presentación de los platos, se unen a salsas y preparaciones peruanas y nace una nueva vertiente culinaria en el Perú. Así por ejemplo del "cruce" del sashimi japonés y del cebiche peruano nació el tiradito.


LA INFLUENCIA MORISCA Y MORA


Los aproximadamente ocho mil españoles que realizaron la conquista del Imperio de los Incas (1532 – 1544) no llegaron solos. Con ellos vinieron hombres de varias partes del mundo. Dos o tres mil negros africanos y de España (allí los había desde el siglo XIV) y varios centenares de moros y moriscas de amos sexos. Además gentes de varios lugares de Europa, centenares de griegos marcadamente. También llegaron, en diversos escalones, indios centroamericanos: guatemalas, nicaraguas y cunas de Panamá en un numero global que fue muy superior a los seis mil.

Respecto al punto que nos interesa ahora remarcaremos que entre los españoles había un crecido porcentaje de “cristianos nuevos”, vale decir de padres o abuelos judíos o moros. Pero estos, que en muchos casos fueron hombres de importancia (Almagro por ejemplo), no nos interesan ahora. Lo que deseamos remarcar es la presencia de varios cientos de moras y moriscas: las “esclavas blancas” de las que hablan tantos documentos que principalmente ha estudiado James Lockhart, el destacado historiador norteamericano. Ellas fueron manumitidas con suma frecuencia, tras convertirse en concubinas o antes de llegar a ser esposas de españoles; y no faltó la que, ya viuda, gozó de titulo de encomendera.

Estas mujeres eran hijas de quienes fueron tomadas como botín de guerra por los Reyes Católicos en Granada o prisioneras esclavizadas cuando la expansión de Carlos V en el Mediterráneo Occidental.


Nos interesan estas moriscas y moras porque fueron ellas las que dejaron un sello especial en la cultura peruana criolla, costeña señaladamente, para siempre. En la arquitectura (balcón morisco, jardines, fuentes, estilos exteriores) En el vestuario (el manto de la tapada). En el idioma (varios vocablos). En las artes culinarias (gran cantidad de viandas con natural adaptación local). Muchas costumbres criollas vienen de aquellas moriscas y moras y también la antigua gracia femenina limeña que, sin excepción, loaron cuantos extranjeros pasaron por nuestras tierras, señalando cualidades que no encontraban en las españolas, mujeres también notables pero muy distintas a las de acá.

Veamos ahora solo un aspecto de la veintena de temas que podríamos registrar: el de las artes culinarias. Y en ellas solo tres de los números potajes, viandas y postres como un recuerdo de esas mujeres que ayudaron a formar una parte del Perú actual. Estas viandas, no solo tienen herencia mora, sino denominación árabe total o parcial: una entrada, el seviche (asi, con “ese” y “ve” semilabial, tal como escribieron todos los clásicos del Perú); un plato , el olluquito con charqui con arroz y, finalmente, un postre, la mazamorra morada. 

 

LA CULTURA AFROPERUANA


Roger Bastides en su clásico libro Las Americas Negras decía “los barcos negreros transportaron del África no sólo, hombres, mujeres y niños, también transportaron con ellos a sus dioses, sus creencias y sus costumbres”; de manera, pues, que desde los primeros albores de la presencia de los africanos en las Americas tenemos y también la incorporación en nuestro continente de la cultura de la cual eran portadores.
En el caso del Perú también se puede constatar como desde los primeros momentos de su presencia en el país, los africanos y sus descendientes empezaron hacer valiosas contribuciones a la sociedad  que emergía del colapso de la conquista. Lamentablemente no existen todavía estudios que hayan abordado de manera integral este importante aspecto .No obstante ello, es relativamente fácil encontrar  por doquier las huellas de estas contribuciones.

LA INFLUENCIA CHINA


Una manera inmediata y sin mucho esfuerzo de indicar que la actual masiva costumbre peruana (sobre todo costeña y preferentemente limeña )de consumir viandas y/o productos comestibles chinos es consecuencia de que la presencia en le Perú de estos asiáticos tiene una continuidad q sobrepasa en algo los 140 años y que le volumen de los q han inmigrado en todas estas catorce décadas bien podría llegar a los 200,000 personas sin considerar , por los demás ,toda la descendencia que han dejado durante varias generaciones y que aun siguen teniendo en el país .
En mucha de esta descendencia no solo ocurrió un mestizaje biológico, se ha producido una conjunción de las tradiciones culturales nativas (mas otras incorporadas) y las de estos inmigrantes asiáticos.



Lo dicho como una base de una explicación y análisis en líneas muy gruesas es absolutamente aceptado. Lo inadecuado de la manera como se presenta esta afirmación es que este fenómeno ha tenido un proceso histórico mucho mas complejo del que se supone en el cual cuentan las modalidades en que los inmigrantes asiáticos de china han ido compenetrándose con los pobladores nacionales; cuentan nuestras posibilidades culturas gustativas de asimilación; cuentan la formación de una corriente permanente de obtención y comercialización de los productos de la culinaria china así como la creciente aparición de una diversidad de negocios de venta en esos platos o comidas astronómicos chinos.

El Chifa

Un plato de 'Aeropuerto', consistente en la mezcla de 'arroz chaufa' y 'tallarín saltado' El chino llega al Perú bajo el nombre "colie" desde 1849. Los trabajadores chinos firmaban un contrato en donde se comprometían a trabajar durante ocho años para los grandes señores. Generalmente estos contratos se firmaban en Macao; este documento permitía al inmigrante, ingresar al Perú sin problemas. Asimismo, aseguraba al intermediario entre los chinos y los contratantes, la compensación que daba el Estado por cada trabajador. Sin embargo, en muchos casos los inmigrantes chinos cayeron en condiciones semejantes a la esclavitud, debido a las elevadas deudas que contraían para venir al Perú y vivir en este país y a las manipulaciones de sus patrones. Aquellos que lograban liberarse se retiraban a las ciudades en donde vivían de pequeños negocios, generalmente de comida. Es en ese momento se inicia el mestizaje de la comida china con la criolla peruana.

Con una historia desde su llegada al Perú a mediados del siglo XIX, la cultura chino-cantonesa que se desarrolló en estas tierras, revolucionó la gastronomía de los peruanos, mereciéndose el reconocimiento internacional para quienes hayan tenido oportunidad de degustarla al visitar este país.



El  chifa peruano, es influenciado por los inmigrantes chinos. Una historia que ha logrado fusionar su gastronomía milenaria adaptada a productos que trajeron y que posteriormente cultivaron y fusionaron con otra gastronomía milenaria. Incluso algunos platos criollos como el tacu - tacu, lomo saltado y el conocido arroz chaufa se cree que fueron influidos por los chinos. De este modo, se puede hablar de una cocina chino-peruana, con rasgos que la distinguen de las demás culinarias de origen chino.

En el centro de Lima, en la calle Capón, más conocido como el barrio chino, empezó a cambiar el gusto de los peruanos por los años 1921. Gran variedad de platos salados y dulces con diferentes tipos de carnes, verduras y sopas crearon una nueva alternativa culinaria.

En la actualidad los restaurantes de cocina china, con fuerte influencia en muchos casos de la criolla (chifa) están entre los más comunes en Lima y muchas otras ciudades del Perú.

LA INFLUENCIA ITALIANA EN LA CULTURA CULINARIA PERUANA


Inmigración y hábitos alimentarios

Para tratar sobre el aporte culinario de los inmigrantes italianos en el Perú debemos remontarnos a mediados del siglo pasado, cuando se dio inicio a la moderna emigración italiana en el país (pues ha habido presencia de italianos en el Perú desde la época colonial) .La inmigración italiana que se dio en el siglo asado no fue muy numerosa ,y era atraída por la bonaza económica que se dio a raíz del ‘’boom del guano’’ .A lo largo del periodo republicano ,hasta hace pocas décadas, los italianos han sido el grupo inmigrante europeo mas numeroso en el Perú: En 1840 eran cerca de 1,000; pasaron a ser unos cuatro mil a inicios de la de cada de1860; y en1880 eran cerca de 10 mil .Desde entonces disminuyo paulatinamente esta presencia  debido a varios factores: la debacle de la economía peruana a consecuencia de la guerra del Pacifico; y la poca capacidad de atracción de inmigrantes libres por parte de la economía peruana.

En el primero posguerra se dio un ligero incremento de esta presencia, hasta unos 5,000 inmigrantes, mientras que hoy no pasan de 3,000 los italianos en el Perú.

Hubo también un sector que estaba dedicado al cultivo de huertas de los alrededores de Lima y las más importantes ciudades de la costa. Ellos contribuyeron poderosamente a introducir nuevas hortalizas y a modificar la dieta de los limeños. En 1858 agricultores europeos (entre los cuales la mayoría eran italianos), poseían el 40% de las huertas existentes dentro de las murallas de Lima.

Paulatinamente expandieron sus huertas y parcelas en los alrededores de la ciudad. Ellos introdujeron importantes cambios dietéticos: el uso de legumbres frescas en la cocina criolla, y el uso de verduras: acelgas, espinacas, variedades de coles y coliflores, brócoli, berenjenas, betarragas, albahaca, etc. Muchos de estos hortelanos comerciaban directamente sus productos que llevaban a vender en carretas, hasta las primeras décadas de este siglo, cuando los inmigrantes italianos abandonaron este tipo de actividades


LA COCINA COSTERA

La Cocina Marina 

Perú es uno de los dos principales productores y exportadores de harina de pescado para la alimentación animal en el mundo. Su riqueza en peces, su fauna y flora marinas son enormes, encontrándose tipos de animales o plantas que sólo se dan en sus aguas. Pero también hay que destacar sus riquezas de agua dulce que se encuentran principalmente en el río Amazonas y sus afluentes así como en sus lagos, tales como el Titicaca.

Cada región costera, diferente en fauna y flora, adapta su cocina de acuerdo a los productos de sus aguas.

El Ceviche, en sus diferentes formas (puro, mixto, con mezclas de pescados y mariscos) es un ejemplo.

El chupe de camarón Típico del departamento de Arequipa, al sur del Perú es uno de los platos más refinados de la costa peruana. Se trata de una sopa espesa es base a pescado y mariscos, papas, leche y ají. Puede encontrase desde el valle de Jequetepeque en la costa norte hasta los valles de la costa sur. Arequipa, principal ciudad del sur peruano, donde nace este fabuloso plato. Es famosa por las picanterías donde puede disfrutarse de esta comida.

La Cocina Criolla 

Con 250 postres tradicionales desde el siglo XIX, esta gran variedad se ha originado principalmente en las ciudades costeras desde la época Virreinato del Perú, como los picarones, el turrón y la mazamorra morada.

En Tacna, a inicios del siglo XX se creó su plato principal: el Picante a la Tacneña.

Gran punto de inmigración, las ciudades costeras se han adaptado a los platos de cada cultura y región. La cocina "criolla" es la principal de estas ciudades. Los restaurantes con cartas criollas en sus variadas formas son numerosos, las pastelerías abundan y constituyen una de las riquezas culinarias de estas ciudades (Lima, Arequipa, ICA, Trujillo, Lambayeque, etc.)


LA COCINA ANDINA

Los Andes son el origen de milenarias culturas y con ellas el sabor de la cocina peruana. En esta parte alta del país, la alimentación principal continúa siendo a base de maíz, la papa y multiplicidad de tubérculos. Productos introducidos como el arroz, el pan y las pastas hoy son también de consumo popular. La variedad de carnes consumida se ha enriquecido con vacunos, porcinos y ovinos; En lugares muy elevados como Huancavelica aún se consume carne de llama, de alpaca, de cuy y animales silvestres.

La variedad y riqueza de la comida andina es similar a la de la comida costeña. Desde el cuy chactado a la sopa de morón y de la papa a la huancaína a la sopa chairo, a más de postres y granos sumamente originales que se consumen frescos o cocidos de diversas maneras. El caldo de cabeza y las costillas de carnero doradas son mínima muestra de un vasto catálogo que apenas si se ha difundido.

La pachamanca es una suerte de comida regional y campestre, principalmente en Huanuco, Pasco, Junín y Ayacucho que poco a poco se ha ido extendiendo por todo el país. Su cocción se realiza bajo tierra mediante un procedimiento milenario que da como resultado una comida saludable y natural.

Igualmente, gran variedad de peces de agua dulce forman parte de la gastronomía regional, siendo muy apreciada la trucha, introducida a fines del siglo XIX.


LA COCINA DE LA SELVA

Como es natural, esta cocina es elaborada en base a los productos originales de la zona. En ella podemos encontrar las regiones que se encuentran en la zona selvática y escondida. En la inmensa variedad, destaca el paiche, siendo el pez más grande de agua dulce (puede llegar a pesar hasta 300 kilos y medir más de 2.5 metros de largo), la carne de tortuga y de otros múltiples animales selváticos son igualmente consumidos.

Los platos típicos de la amazonía peruana son el juane y el tacacho

En frutas destaca el saúco y el camu camu que contiene 40 veces más vitamina C que el kiwi. No obstante, abundan los frutos exóticos como el mango, la piña y muchos otros.


Principales comidas de la selva peruana
Productos locales Platos Sopas Bebidas Licores Ajíes
Cami Cami Juane Inchicapi Chapo Masato Ají Charapita
Kiwi Tacacho con Cecina Caldo de Carachama Aguajina Chuchuhuasi (Licor) Pipí del Mono
Paiche Ensalada de Chonta   Uvachado
Apichado (Perú)   Siete Raíces
Plátano Relleno   Rompe Calzón
Patarashca

domingo, 27 de septiembre de 2009

LA COCINA NOVOANDINA

La cocina Novo andina es la expresión más reciente de la larga fusión de los sabores en el Perú, es una cocina que combina elementos tradicionales, con insumos también tradicionales, pero con algún toque de genialidad al incluirle algún elemento totalmente fuera de lo común, con técnicas modernas y que conceden texturas y sabores especiales en esta tendencia culinaria.


La gastronomía peruana es una fusión de muchas tendencias e influencias, desde romana y árabe a través de los españoles, hasta italiana, china., japonesa, francesa, del África negra y lógicamente de nuestros propios aportes, logrando con esto una variedad infinita, al también heredar los insumos desde las cebollas y los ajos del mediterráneo, hasta el arroz y los cítricos asiáticos, la horticultura italiana con acelgas, albahaca, coles y brócoli, las técnicas e insumos chinos, los usos y costumbres españoles, el refinamiento francés, los gustos europeos y nuestra milenaria y rica cultura gastronómica.


En la década de los años 1,980 se inicia el proceso de revalorizacion de identidad, sin embargo el salto final se da en los años 1,990, con la aparición de escuelas de cocina en el País y el reconocimiento a cocineros andinos y costeños autodidactas, los que habían alcanzado un nivel de especialización tal que merecían un sitio especial dentro de la culinaria nacional. Las escuelas culinarias permitieron que el saber concentrado en años por los cocineros autodidactas sea entregado didácticamente en menos tiempo y a jóvenes con capacidad creativa lo que llevo a la gastronomía peruana en la década anterior al año 2,000 en el que se da inicio a la evolución final de la cocina peruana , la cocina novoandina


Esta cocina tiene un estilo que reúne técnicas actuales de preparación, con presentaciones de alta cocina e insumos de las tres regiones del Perú, los que no eran tomados en cuenta por nuestros chefs o habían caído en desuso, rescatándolos con la finalidad de actualizar sus preparaciones, incluyéndoles hierbas aromáticas ancestrales y técnicas modernas de preparación (asiática y europea); en términos generales, podemos señalar que la cocina novoandina pone en valor milenarios insumos, a los que no se les había concedido espacio suficiente para desarrollar y merecían ser nuevamente ofrecidos para ser degustados y apreciados por los peruanos y luego por el mundo; para nuestro asombro en la actualidad están causando una verdadera revolución en el mundo gastronómico; usando insumos como la quinua, los ollucos, salsas de maracuyá o puré de chirimoya, la maca, el yacon, el tumbo, la oca , la mashua, la carne de alpaca, la carne de avestruz, la kiwicha y muchos otros que en este momento se están reactualizando para crear nuevas recetas.


De esta forma la tradición culinaria peruana inicia una revolución ofreciendo platos como: “Ojos de queso y trucha en salsas del mar”, “Carpaccio de Pato”, “Trucha ahumada en salsa de rábano” y maca picante”, “ alpaca a la parrilla”, “rissoto de quinua”, ”pato con peras y salsa de saúco” y entre algunos postres novoandinos mencionamos: la “espuma de quinua y guanábana” y la “mazamorra de cañihua”; como vera los nombres también son prometedores.


Un dato que nos indica el proceso evolutivo de la gastronomía peruana actual es que, en 1990 no había en Lima ni una escuela de Alta cocina, todos los cocineros desde los restaurantes más afamados hasta los más económicos eran de formación en escuelas europeas o autodidactas; sin embargo en el año 2,007 ya son más de doce las escuelas que ofrecen la especialidad profesional de Alta cocina y no solo en Lima, también en universidades del Cuzco, Arequipa, Chiclayo y Piura.


Una publicación afamada es “The Economist”, editada en Londres y la que en su edición del 29 de Enero del 2,004, señala que “El Perú vive una revolución culinaria espontánea y que promete convertirse muy pronto en la capital gastronomica de América latina”, este fenómeno, según la revista, “se debe a que en los últimos años la cocina peruana se ha profesionalizado e ingresado junto a la italiana, la china y la francesa al sofisticado club de las mas exquisitas del mundo”

GASTRONOMÍA DE LA SELVA PERUANA

La Frondosidad de la selva nos brinda innumerables especies vegetales y animales para incorporar a una culinaria por demás exótica; muchos de los platos que se preparan en la selva tienen una connotación étnica y mística, ya que se les confieren poderes curativos y vivificantes, lo que no puede estar lejos de la verdad por su conocimiento ancestral de las plantas y sus características, lo que les brinda la oportunidad de usarlas o combinarlas en las proporciones necesarias para lograr determinados efectos.



Al referirnos a la selva peruana en el contexto político, hablamos de las regiones de Loreto, San Martín, Ucayali, la ceja de selva y selva alta que encontramos en Huánuco, Amazonas, Pasco, Junín, Madre de Dios, Cuzco y Puno; regiones en las que priman las costumbres culinarias que intentamos describir en este acápite de nuestra historia de la gastronomía peruana: Estas costumbres, técnicas, carnes, vegetales y frutos son ancestrales y si bien es cierto algunos platos son el resultado de influencias externas como el ceviche de doncella, es también cierto que este fenómeno no es exclusivo de la selva, si no de todo el territorio nacional; comentando sobre un plato que se prepara en algunos restaurantes de Lima y otras ciudades del interior , llamado “rocoto relleno con mariscos”, el que si bien su origen es claramente arequipeño, su evolución lo lleva a una combinación marina nueva y desafiante para los expertos paladares peruanos.


Un aporte exótico a la gastronomía de la selva son las carnes de monte, las mismas que por ser de consumo local generan incertidumbre o dudas sobres las bondades y calidad de cada una de ellas, entre estas podemos citar la carne de majaz (Agouti paca), un roedor que según los entendidos es la carne de mejor sabor en la selva; así como las carnes de huangana (Tayassu pecari), sajino(Tayassu tacaru) y la tortuga motelo (Geochelone carbonaria), con la que se prepara una sopa en la propia caparazón de la tortuga, empleando su carne y con varios ingredientes más.


Otro aspecto saltante en la gastronomía de la selva son los vegetales con los que se preparan ensaladas como la de “chonta”, el cogollo de una palmera que se desmenuza en finas y largas láminas, adicionándole un aliño que le terminara de darle el sabor; frutas como el aguaje, con la que se prepara la aguajina en refrescos y helados en toda la selva peruana; la cocona y la carambola, las que brindan sabores especiales para refrescos que son consumidos dentro y fuera de la selva, incluso se exportan los sabores concentrados.


Los “Juanes” son un plato que es muy consumido en la selva y mas aun su consumo se incrementa sustancialmente durante las fiestas de San Pedro y San Pablo el 23 y 24 de Junio de cada año, fecha en que se preparan y se venden en todos lados; estos son tamales de arroz con presas de gallina, huevo, aceituna y otros ingredientes, envueltos en hojas de bijao, árbol selvático cuyas hojas dan el sabor especial a este plato, su consumo es masivo en todo lugar, ya que en la selva durante estas fechas, todo es una fiesta multicolor, con bailes, paseos, corzos, yunzas y fiestas populares.


Mención especial merecen los platos más característicos de la selva, entre los que tenemos : el tacacho con cecina, el juane, el ceviche de doncella, el venado a la parilla, el inchicapi, el ninajuane, la patarashca y entre sus refrescos más notables están la aguajina, la carambola y los inigualables helados de aguaje.

GASTRONOMÍA DE LA SIERRA PERUANA

La gastronomía en el centro andino del Perú está formada por varias identidades, recordemos que por sus territorios han dominado y luchado entre sí diversas culturas; sin embargo la transculturización culinaria se han trasmitido por generaciones con las constantes migraciones entre diferentes pisos, pueblos, zonas, llegando a conseguir en la actualidad estrechos vínculos que conservan entre sí muchos pueblos de la sierra central del país.



Los productos que más uso tienen en la gastronomía en los andes centrales son la maca, la papa, la quinua, el olluco y la oca, entre muchos otros; haciendo notar que solamente la papa en los andes centrales excede las tres mil variedades; otro caso a mencionar es el choclo (del quechua choqllu, que significa mazorca de maíz), éste se consume sancochado en agua, recibiendo el nombre de mote, del quechua “muti” palabra que quiere decir maíz de grano cocinado; tostado en cancha (del quechua kamcha, que significa maíz tostado); siendo, así mismo, el ingrediente imprescindible para la preparación de varias clases de chicha.


La sierra central del país ofrece como plato señorial a la “papa a la huancaína”, tradicional entrada que brinda en su sabor una combinación perfecta de sabores y aromas que resumen la fertilidad del generoso Valle del Mantaro, señalando que el plato que conserva su protagonismo a través de los años en el valle es “La pachamanca”, la que se sazona con huacatay y marmakilla, una hierba que diferencia la preparación de este lugar, dándole un color verde a las carnes, choclos camotes y papas que entran al “entierro”; en comparación con la preparada en Canta, al norte de Lima, en donde la carne es aliñada con ají panca, dándole a los insumos y carne un tono rojizo, estableciéndose ya una diferencia entre dos puntos geográficos de una misma zona. Podemos apreciar que se conserva el estilo general pero se agrega el toque local que preserva lo ancestral.


No se puede dejar de mencionar a “La Patasca”, sopa muy común en el Valle del Mantaro, la que lleva mote, mondongo, y carne de cordero; otro plato muy consumido o apreciado en toda la región Junín es la rana, la que se ofrece en caldos, frituras y en tortilla, la tradición le confiere muchos efectos afrodisíacos. Sin embargo el plato de mayor consumo en la zona es el cuy, el que se puede comer de diversas formas, como “cuy colorado”, “cuy chactado”, “picante de cuy”,” cuy arrebozado”, “horneado” e incluso lo usan como carne en la pachamanca.


Entre las hierbas aromáticas y condimentos mas usados en los andes centrales mencionamos al imprescindible ají, así mismo hierbas regionales como: el paico, la muña, el huacatay, la hierbabuena, el perejil y el culantro, las que son empleadas en la preparación de casi todos los platos regionales, como la pachamanca, las sopas, los chupes.



En la sierra de Ancash, especialmente en su capital, la ciudad de Huaraz, se preparan jamones ahumados, los que se curan durante meses con ají y especies, hasta alcanzar su madurez; siendo una costumbre muy huarasina tomar el loche a las 5pm con un sándwich de jamón con cebolla y un buen café. En algunas ocasiones, cuando se cosechaban los choclos (maíz tierno), se preparaba “el “anquishu”, un choclo saltado con queso, así como “el chumpu”, choclo ahumado a la brasa; otra delicia culinaria que se debe mencionar son las humitas rellenas con queso, dulces y saladas y los tamales del lugar, los que usan la manteca, el maíz molido, yemas de huevo y están rellenos con un guisado de carne picada de cerdo, conocida como gigote.


En Ancash y especialmente en Huaraz y pueblos aledaños se ofrecen también otros platos tradicionales al “chancho asado” o “cuchicanca”, los tamales, el charqui, la “Llunca kashki con gallina” (sopa con carne de gallina de corral), el “picante de cuy”, “el ceviche de pato casmeño” “las humitas”, quesos, manjar blanco, y alfajores.


Ayacucho alguna vez fue sede de los Wari, aguerrida cultura que luchó encarnizadamente con los incas por el control de la zona, la que finalmente paso a ser sojuzgada por los Incas. Este pueblo conserva tradiciones culinarias hasta la fecha, presentando platos como: “el hapchi”, ensalada de papa, con queso fresco, ají, aceite y cebolla picada; “La Puca Picante”, chicharrón de cerdo en salsa de maní; “la Patachi”, sopa de trigo, con carne, tocino y menestras; “La Sopa de Mondongo”, hecha con vísceras de res, maíz y hierbabuena, un plato muy consumido es el “Adobo Ayacuchano”, el mismo que lleva carne de cerdo macerada con ají y especies. Entre las bebidas tradicionales los ayacuchanos ofrecen: “chicha de jora”, “chicha de siete semillas” y “chicha de molle”.

 Hablar de la gastronomía del Cuzco también es rememorar la cultura ancestral de los Incas, nos presenta choclos que causan la envidia de cuanto comensal los prueba, por su gran tamaño de coronta, de grano y de sabor y si lo acompañamos de unos trozos de queso fresco y algo de ají tendremos una entrada de primera calidad.



En realidad en el Cuzco existen comidas estaciónales, como en el caso de Enero a Marzo, cuando se cosecha en el valle de Urubamba el choclo (maíz tierno), se prepara con él el “q’olla lawa”, una crema de maíz con huacatay; en Febrero, época de Carnavales, se preparara el puchero o “t’impu”, una sopa contundente y espesa, con carnes, arroz, col y otros ingredientes; en Semana Santa, entre marzo y abril, se prepara mucho el “chupe de zapallo”, el que lleva como ingredientes algas de lagunas de las alturas; a inicios de mayo son comunes los “ponches de habas” preparados en grandes ollas; desde el mes de mayo hasta agosto se comen muchas carnes, de res, cordero, lechón y cuy, las que se sirven con papas, habas, quesos y ocas; en noviembre , especialmente el 1ero de Noviembre, cuando que se celebra el día de “todos los santos”, se sirven mesas en todo el Cuzco con tamales y lechones, y en la calle encontrará un sinnúmero de vendedoras de las “guagas”, panes grandes en forma de bebe.

Un plato de mucho renombre en las fiestas religiosas del Corpus Christi, que se celebran entre mayo y junio, es el “chiri uchu”, una combinación de gallina sancochada, chorizos, carne de cerdo, queso fresco, cochayuyo, hueveras de pescado de lagos de altura, maíz tostado y todo esto coronado por un cuy al horno.


Al sur del Cuzco encontramos la región Puno, en donde reina el caldo de cabeza, una sopa de cordero, la que se estila tomar caliente, humeante y con ají; “el cancacho”, lechón o cordero al horno, así como el “pesque de quinua”, con leche y queso, “el chairo”, sopa con carnes de res y cordero, papas, col, chalona, trigo y queso; “la Huajarta”, guiso de cabeza de cerdo con chuño y ají mirasol; “el pejerrey frito”, hecho con pejerreyes cultivados en el lago, de mayor tamaño que el marino y más sabroso; el “Thimpo”, guiso y caldo de cordero, con cebolla, ají y chuño, y entre sus postres se encuentra la “mazamorra de cebada”.


Un pueblo que también tiene buena gastronomía que ofrecer a cuanto visitante llegue es Moquegua, que destaca por su “Patasca Moqueguana”, “el moqueguano de camarones”, “el picante de cuy”, “el asado a la piedra” y no podemos dejar de mencionar a “la Cacharrada”, una especie particular de Pachamanca moqueguana; la dulcería es de renombre a nivel nacional, ofreciendo “alfajores de penca”, “Guargueros”, “turrones”, “suspiros” y muchos otros dulces.




sábado, 26 de septiembre de 2009

El llatan

Tomado del Diccionario de gastronomía peruana tradicional
Autor: Sergio Zapata Acha

Otro
nombre llatán. Posiblemente del quechua llantay, hacer leña. Según Farfán, llatan es un regionalismo en Perú, y significa ají molido. El jesuita Torres Rubio en el " Arte de la Lengua Aymara señala yatha como equivalente a majar.
En Arequipa, el típico llatan molido en batán, lleva rocoto, huacatay, ajos, aceite y sal.

domingo, 20 de septiembre de 2009

GASTRONOMIA ERÓTICA EN EL ANTIGUO PERÚ

EL AMOR ENTRA POR EL ESTOMAGO

“El amor entra por el estómago” es un muy antiguo dicho, y esta frase se puede interpretar de muchas maneras; lo que es evidente hoy en día, es que científicamente se puede demostrar que algunos alimentos tienen propiedades que condicionan el comportamiento humano.

A través de toda la historia encontramos acciones para conseguir los favores del ser amado o deseado, y para ello se recurre a toda una serie de estrategias, de las que no están ajenas la magia, la fantasía, la gastronomía y diversas mezclas de estas disciplinas. Son cientos los productos comestibles de los que se dice tienen efectos afrodisíacos, pero la mayoría no puede sustentar científicamente las propiedades que se les atribuyen.
La sugestión (el moderno concepto del poder de la mente) también puede explicar el éxito indiscutible de muchos y extraños preparados afrodisíacos, que encontramos en todas las naciones del antiguo Perú y que llegan hasta nuestros días con inusitada vigencia..
La gastronomía afrodisíaca ha tenido un poderoso aliado en el entorno. Sin lugar a dudas la escenografía, influye en el arte de desarrollar el concepto de sensualidad. Imagínese una perfumada noche de verano, junto al ser amado, alrededor de una florida mesa, en una terraza frente al mar. Disfrutando de una fina cena a la luz de la Luna y candiles, mientras los envuelve suavemente una cortina musical. Sólo hay que añadirle un poco de buena voluntad y obtendrá toda la magia necesaria para lograr cualquier cosa que su corazón desee.
No importa lo que estén cenando, les parecerá delicioso y sin lugar a dudas, esos alimentos tendrán efectos afrodisíacos. Por eso, en todo tiempo y lugar, dependiendo de la cultura y la moda, los diversos pueblos han puesto toda su atención en el decorado tanto del ambiente como de los diversos manjares. La mezcla de aromas y perfumes, música y sonrisas, flores, velas, manteles, cubiertos, cristales y loza, en mil combinaciones, han contribuido a crear los ambientes de magia y seducción de la gastronomía.
Como ejemplo presentamos un resumen referente a personajes, ingredientes, manjares y poderes afrodisíacos en la gastronomía peruana:
Albaricoque. El concepto de las propiedades afrodisíacas del albaricoque viene desde hace muchos años. Existen numerosas “recetas mágicas” entre las que destacan la emulsión de albaricoque con jalea real en proporción 10 a 1. El actual análisis científico demuestra las características reconstituyentes del albaricoque por la gran cantidad de vitaminas que posee. En la gastronomía peruana se puede recomendar como un postre muy singular: La albaricocada.
Alcohol. En todas las culturas existen referencias de los efectos del alcohol sobre los sentidos. A través del tiempo miles de personajes importantes han advertido los efectos del alcohol como estimulante. Científicamente se ha comprobado que beber alcohol con moderación anima sexualmente a vencer algunas inhibiciones. Un Pisco Sour le cambiara el color de la escena de forma inmediata y la Chicha ha sido la bebida mágica del amor por miles de años en el Tawantinsuyo.
Cebiche. A este famoso plato peruano, preparado a partir de pescado marinado con un especial limón y ají, se le atribuyen efectos afrodisíacos o de “levanta muertos”. Como dice la tradición popular, su nombre viene del concepto “cebo…” “para atrapar a los hombres” o “pólvora con el que se ceba su arma de fuego”.
Chocolate. La ciencia ha descubierto que el chocolate contiene Feniletilamina, una anfetamina natural que provoca sensaciones de placer en el cerebro. He encontrado en un baúl de mi abuela cuzqueña una antigua “receta afrodisíaca” utilizada al parecer con éxito en el siglo pasado: se disuelve 100 grs. de azúcar rubia con 150 c/c. de agua a fuego lento. Por otro lado, se derriten 100 grs. de chocolate cuzqueño en baño María, se baten 4 yemas de huevo con el chocolate y se añade ½ cucharadita de pimienta negra y el caramelo preparado. Se deja enfriar, después se añade una cucharada de café tinto, una copa de pisco y 300 grs. de nata batida; se sirve caliente y según dicen no tiene pierde
CHUPE. Sopa tradicional y contundente de la gastronomía peruana, son famosos, el chupe de camarones, el chupe de pejesapo, el chupe de congrio, etc. Su nombre viene del ayuno ritual precolombino denominado “Sasi”, que consistía en no comer ni sal ni ají y no tener relaciones sexuales, se consideraba estos tres elementos como la “Salsa” o “Sabor” de la vida y después del ayuno se les apreciaría más.
Después de terminado el “Sasi” los protagonistas recibían en una ceremonia especial y de manos de jóvenes anfitrionas, unos pocillos que contenían una aromática mezcla con abundante sal y ají y a esta comida ritual se le llamaba”Chupe”. Hay quienes dicen que este nombre viene de la acción complementaria realizada con los genitales de las oferentes con los que definitivamente terminaba el ayuno.
Hampicamayoc. Médico y brujo del antiguo Perú que curaba el “Oncoy” o las enfermedades del amor con plantas y brebajes. Prepara el Hatun Hampi Peccoton, El alimento por excelencia, elaborado muy cuidadosamente con muchas hierbas, elementos animales y minerales. Y la Huachuma afrodisíaco preparado con mescalina del cactus San Pedro.

Huevos. De una u otra forma y a través del tiempo, los huevos se han empleado frecuentemente en las recetas afrodisíacas. La explicación científica se basa en sus propiedades energéticas, por contener proteínas, minerales y grasas que se incorporan rápidamente al torrente sanguíneo. Entre los cientos de recetas afrodisíacas que existen con la intervención de huevos, hemos escogido una delicada y muy exitosa proveniente de Cajamarca: 12 huevos de codorniz, 150 cc. de miel de abeja, una cucharadita de aceite de almendras y una copa de Pisco. Batir los ingredientes hasta que la muestra esté espumosa. Se puede servir frío o caliente, al gusto sexy del consumidor.
Imaimana. Inteligente hijo de dios Viracocha, es el encargado de darle el nombre a las plantas y enseñar sus propiedades en el antiguo Perú. Pone énfasis en las características nutricionales, medicinales y afrodisíacas.
Mango. Es una de las frutas más coloridas y perfumadas que existen. Su fama de afrodisíaco viene de la costa norte. Hemos encontrado una receta en la que se invita a los novios a que prueben el “Ritual del Mango”: que consiste en saborear, lentamente, antes del primer encuentro nupcial, un mango grande en tajadas, bañado con leche condensada y un poco de canela en polvo. Indica la receta que los amantes deben estar desnudos y no dejar de mirarse profundamente mientras dure la dulce ceremonia de degustación. Algunas variantes sugieren también frotar algunas partes del cuerpo con el mango. Aseguran que el efecto es inmediato.
Maní. La alta concentración de nutrientes y aceites esenciales, del maní, confirman científicamente su singular valor energético. Su fama de afrodisíaco viene desde hace mucho tiempo, los antiguos peruanos lo consideraban como símbolo de fecundidad. En las bodas, el novio repartía maní entre los jóvenes expresando que él se había preparado para la boda, y el gran amor que sentía por su doncella reemplazaba los efectos afrodisíacos del maní, por eso no lo necesitaba y lo regalaba.
Olores. Algunos aromas de la gastronomía son famosos, quizás el más aceptado positivamente a través de la historia es el olor a pan recién horneado. En la cocina peruana también se dice que es “irresistible” el olor de los anticuchos dorados sobre brasas de carbón.
Orquídeas. Tienen fama de afrodisíacas desde la antigüedad. Los Incas las tenían en alta estima; unas gotas de néctar de orquídeas eran mezcladas con chicha o en su lugar se comen lentamente los pétalos, uno a no, muy despacio, saboreándolas, al calor del cuerpo del ser amado y mirándole directamente a los ojos, no tiene pierde.
Palta. Existen numerosas referencias afrodisíacas a este delicioso, fresco y suave fruto. El cóctel de camarones o la palta a la reina son en el Perú, considerados como platos de especial seducción.
Picante. Existe también una explicación médica para una especie de “euforia” o nivel afrodisíaco atribuida al picante o ají. Cuando la capsicina, el elemento químico de los picantes, entra en contacto con la lengua, los neurotransmisores del dolor llevan un mensaje de alarma mezclado con el placer de la comida al cerebro, que reacciona inmediatamente liberando las endorfinas, es decir una especie de analgésicos naturales que producen una ligera euforia.
En cada mordisco a una comida picante se produce una doble sensación, primero la del placer de la comida y segundo la de la defensa inconsciente de cerebro “por esa agresión con dolor”. Y cada vez que recibe este mensaje el cerebro ordena soltar una dosis de endorfinas, que en algunos casos pueden incentivar mayor actividad de sensaciones sensuales. Por ejemplo, en la comida peruana es reconocido el valor afrodisíaco de su muy sabroso rocoto.
En Arequipa, hermosa ciudad del Misti, situada en el sur del Perú, preparan un suculento y extraordinario plato, el “Rocoto Relleno”, que debe ser uno de los manjares más contundentes de la gastronomía afrodisíaca mundial.
Mariscos. Son muy populares los efectos revitalizadores que se les atribuye a los pescados y mariscos, se dice que son “levanta muertos”, se les utiliza para “curar” los efectos negativos causados por una noche de juerga y abundante licor. Los mariscos son también famosos, por supuesto, por sus atributos afrodisíacos. La ciencia dice que los mariscos son alimentos muy ricos en proteínas y que por lo tanto tienen una acción dinámica específica que eleva el metabolismo basal. En la gastronomía peruana hemos encontrado hasta 32 platos con marisco ha los que se les atribuye sensacionales efectos afrodisíacos.
Pusanga. Es el preparado mágico amoroso más potente de la tradición peruana; mediante este filtro se induce a la persona amada a sentir una pasión desbordante. Es preparado con diversos métodos, según la región del Perú, pero con denominador común: se utiliza, agua del lavado de los genitales de la mujer, mezclados con hierbas especiales como el “Chamico” y el “Huanarpo”.
Sopa de Frutos del Mar. Las recetas afrodisíacas más comunes son las sopas de pescado o mariscos. Preparadas con algunas variables según el lugar, pero reconocidas por todos los pueblos como vigorizantes sin par. En la gastronomía peruana existen dos platos famosos: el Chilcano del puerto del Callao y el Chupe de Camarones preparado magníficamente en la ciudad de Arequipa.

DEL PPROFESOR JAIME ARIANSEN .AUTOR